miércoles, abril 23, 2014

 

Templos chinos: sitios de oración y reflexión

        “Lava tus manos. No hagas señales con el dedo. Entra por la puerta derecha y sal por la izquierda. No te quejes. No pienses en cosas negativas”. Esas son frases de carácter imperativo que las madres suelen inculcar como lecciones de etiqueta a sus niños, particularmente cuando llegan a un templo.
        Si bien en Taiwan resulta un tanto difícil describir cuál es la religión que predomina en el pueblo, estas frases son comunes en todos los templos, sean éstos budistas, taoístas u de otra denominación politeísta.
        En términos prácticos, la mayor parte de los taiwaneses podrían ser descritos como sincretistas, es decir, combinan oraciones a deidades de varias religiones, esencialmente la budista y la taoísta, en su devocionario. Incluso, en la actualidad existen deidades que son reconocidas tanto por las dos tradiciones religiosas antes mencionadas. En algunas ocasiones muy raras, también mezclan creencias cristianas.
        Sin embargo, lo que caracteriza a las tradiciones religiosas populares son las prácticas folklóricas que no sólo ocurren en los templos, sino que se extienden a la vida diaria. Estas prácticas, consideradas como supersticiosas o incluso irreverentes por algunas personas, van desde el uso de un médium para comunicarse con el más allá, la recolección y limpieza de los huesos de los fallecidos, hasta las espectáculos de desnudos.
        En algunas ocasiones, estas prácticas poco convencionales en términos ortodoxos, son llevadas a los templos taoístas; ya que aquellos budistas son más conservadores y consideran tales acciones como mundanas y no relacionadas con el culto a las deidades.

La razón principal por la que un local llega a un templo
es generalmente para implorar por algún favor
o alguna bendición en particular.

        Obviamente, la principal razón de un local que llega a un templo es para implorar por algún favor o alguna bendición en particular. A excepción de los feriados, donde la gente acude a los templos para venerar a sus deidades favoritas; uno generalmente llega a un templo para consultar algo que le interesa conocer. Claro está, ir a orar al templo es también una costumbre muy arraigada, especialmente si uno por casualidad se encuentra o pasa cerca de uno.
        Los templos, tanto budistas como taoístas, no realizan ceremonias de culto en forma regular como las misas en las iglesias cristianas. Tampoco hay días específicos durante la semana en la que hay que asistir al culto. Todo es a discreción de los creyentes.
        Existen alrededor de un par de docenas de templos en la ciudad de Nuevo Taipei y sus alrededores que son considerados muy populares. Uno de los interesantes es el Templo de Liao Tien-ting en la localidad de Pali (八里, Bali). Es un pequeña estructura del tamaño de una choza y está dedicada al peculiar personaje, quien es conocido como el “Robin Hood” de Taiwan, debido a una leyenda que asegura que Liao robaba a los ricos que colaboraban con los japoneses durante la época de la colonia japonesa (1895 – 1945), para ayudar a los pobres.
        Otra estructura intersante es el Templo Chingshui Tsushih (清水祖師廟, Cingshui Zuzhi), un enorme templo inaugurado hace 244 años en el suburbio de Sanhsia (三峽, Sanxia). El templo está dedicado Chen Chao-ying (陳昭應, Chen Zhaoying), un monje de Fukien que fue deificado por sus obras y milagros.
        En la ciudad capital, se encuentran varios templos famosos como el Templo de Lungshan, en el sector de Wanhua; o el Templo Hsintien, en el norteño sector de Chungshan.
        Existen varias razones para acudir al templo con un propósito específico. Por ejemplo, quienes se preparan para un examen irán obviamente a un sitio dedicado a Wenchang, la deidad de los intelectuales. Quienes buscan la buena suerte, suelen acudir al Dios de la Tierra, sobresaliendo entre los lugares dedicados a esta deida en Taipei el Templo de Hungluti (烘爐地, Hongloudi), situado en las afueras de la ciudad. Y las señoritas que desean casarse pronto y con un buen marido, se les recomienda ir al Templo Kuniang (姑娘廟), en Shihting (石碇).
        En la Calle Este de Shihting se encuentran las curiosas casas tiaochiaolou (吊腳樓, diaojiaolou) que literalmente significa “casas suspendidas o colgantes”. Las casas allí fueron construidas en las faldas de la montaña, y no hubo otra alternativa que extender parte de las edificaciones para que queden suspendidas a la orilla del río.
        Estas curiosas casas que fueron construidas durante la ocupación japonesa, se han convertido en un atractivo turístico en el día de hoy, y muchas de ellas se han convertido en tiendas que venden objetos artísticos.

 Esencialmente, el templo es un sitio para meditación y recogimiento.


        Aparte de orar y hacer ofrendas con el incienso, los fieles pueden “consultar” con los dioses algunos de los problemas o situaciones que más les preocupa. Para eso, se recurre al sencillo rito del Chichiao (擲筊), conocido en el dialecto fukienés del sur como Pua-buei. El mismo consiste en hacer una petición a la deidad del caso y tirar tres veces un par de objetos de madera en la forma de una media luna, de color rojo. Dependiendo de cómo caigan al suelo las dos medialunas de madera, se determinará la respuesta de la deidad.
        En la zona de Hsinchuan, encontramos al Templo Ta-chung (新莊大眾廟, Templo Dazhong), con más de 300 años de existencia. La deidad principal que se venera allí es Ksitigarbha o Buda del Infierno (地藏王菩薩). Allí acuden aquellas personas que desean justicia. En el mismo templo encontramos también al Señor de las Hordas (文武大眾爺), deidad que cubre los campos del servicio civil y militar. También es una deidad que atiende a personas con agravios. Se dice que incluso los policías suelen llegar al templo para pedir la ayuda de los dioses cuando tienen casos difíciles de resolver.
        Otra deidad que encontramos en ese singular templo es el Tío Tung (董大爺), que se especializa en manejar maldiciones y votos. A pesar del aparentemente lado negativo de su función, hay que tener en cuenta que la actualidad los templos de Taiwan se dedican casi exclusivamente a ayudar a la gente, y no perjudicarla. De allí, que los administradores del mismo no suelen atender casos de personas que desean causarle mal a otras.
        Debido a la presencia de estos templos, encontramos en Hsinchuan la famosa Calle del Templo (新莊廟街), que es un angosto callejón con una miríada de tiendas que venden casí de todo, desde comida, ropa, artículos para el hogar, joyas, etc. De día, es un sitio relativamente tranquilo, pero llegada la noche, la policía tiene que imponer un control del tráfico, debido a la gran cantidad de gente que llega allí, no necesariamente para orar en los templos, sino más bien para pasear en el tradicional mercado nocturno.
        Al igual que en muchos sitios similares en Taiwan, resulta más interesante visitar la Calle del Templo en Hsinchuan cuando se celebran las festividades de alguna deidad del templo. El aire se torna festivo con la presencia de grupos artísticos que compiten para mostrar lo mejor de sus actuaciones a los dioses.
        En esa calle, todavía uno puede adquirir algunos de las herramientas de cultivo que se utilizaban en la pasada sociedad rural, que ha quedado prácticamente en el recuerdo de muchas personas. Existe un par de negocios que siguen vendiendo estos utensilios hechos manualmente.

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Comments:
Buenas noches. Le escribo porque he visto imagenes suyas en el blog "Rollos de bambu" que nos serian de gran utilidad para ilustrar un proyecto artistico en el que estoy participando.
No he encontrado otra manera de contactar con usted, de modo que si es tan amable, puede escribirme a mi email: peeedro@gmail.com y le explico que imagenes y el proyecto.
Mil gracias y enhorabuena por su blog.
 
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