miércoles, diciembre 01, 2010

 

Un rugido para calmar los vientos


León del Viento con un pincel y un sello en sus manos. Es el protector de los académicos e intelectuales de la isla.

En un folleto publicitario sobre Quemoy he encontrado una interesante introducción que presume que esa pequeña isla no posee selvas ni reservas de animales de caza, pero es hogar de cientos de leones. Esa afirmación despierta mi curiosidad. Continuando la lectura, el artículo asegura que no será difícil encontrarlos ya que se encuentran en las intersecciones de caminos, frente a las aldeas o inclusive encaramados en los techos de casa.
Pero, a continuación dice que no hay que temer, ya que estos leones no rugen, ni se alimentan de seres humanos. Toda esa descripción me deja perplejo. Pero, cuando veo una foto en la publicación se me aclara el misterio. En realidad, se trata de leones de piedra, conocidos como Dios León del Viento, que supuestamente protegen a la isla que se encuentra en el Estrecho de Taiwan, a unos dos kilómetros de distancia de China continental.
Conocido también como Kinmen, Quemoy es un pequeño archipiélago administrado por la República de China como un distrito que pertenece Fukien (Fujian), provincia cuya mayor parte de su territorio se encuentra bajo poder de China continental. Aparte de Quemoy la Grande, la isla principal; integran el archipiélago Quemoy la Pequeña, Wuchiou y otros islotes más pequeños.
Según los registros históricos, Quemoy era originalmente una isla llena de verdes bosques. Sin embargo, cuando llegaron los primeros inmigrantes hace varios siglos, los bosques fueron destruidos para ser desarrollados en tierras de cultivo. Por otro lado, la turbulenta historia de rebeliones y saqueos que ha tenido terminó por deforestar virtualmente todo su territorio.


Una máquina para adivinar la suerte en Quemoy, donde el León del Viento ha reemplazado a la sabia Hada que usualmente entrega el mensaje del oráculo.


Desprovista de la protección de los bosques, la isla se encuentra a merced de los vientos durante los meses de invierno. Los fuertes vientos levantan la tierra y acumulan dunas, que finalmente crean devastadoras tormentas de arena.
Para protegerse de esos vientos inclementes, los pobladores de Quemoy erigieron estatuas de piedra en forma de león. Denominados en chino como Fengshihyeh, que significa Señor León de los Vientos, se cree generalmente que ha evolucionado del Espíritu del León, que tiene los poderes de evitar el mal y traer buena fortuna. También se asume que esta deidad menor comparte un mismo origen con las estatuas de león que encontramos en la entrada de templos y algunos edificios. Existe una gran similitud en su forma.
Tradicionalmente, existe la creencia popular de que el rugido del león detiene los vientos y ahuyenta los malos espíritus. En consecuencia, no debemos extrañarnos que se hayan erigido tantos leones de piedra en ese pequeño archipiélago.
Tales estatuas vienen en una variedad de formas y estilos, dependiendo de su propósito. Las mismas ofrecen nos ofrecen un vistazo a las costumbres y creencias folklóricas de sus habitantes. Todos los años, los residentes de Quemoy realizan una ceremonia de adoración al Fengshihyeh en los templos de la isla, constituyéndose en una creencia legendaria muy especial y particular del lugar.


Colorido León del Viento que sirve como fuente de agua en un pequeño estanque, cumpliendo la doble misión de apaciguar los vientos y combatir la sequía.

Su diseño es también muy especial. Por lo general, es una figura parada con el cuerpo bastante parecido al ser humano y cabeza de león. Su apariencia puede variar desde un semblante juguetón a una feroz expresión de aterradora furia. También suele poseer exagerados órganos sexuales, y la gente local incluso coloca capas de tela sobre sus hombros, al estilo de los superhéroes de las tiras cómicas.
La mayoría de los Fengshihyeh están tallados en granito, un tipo de roca ígnea muy común en Quemoy. Su expresión facial se caracteriza por tener grandes ojos, nariz muy ancha y una gran boca. Según la tradición, la gran boca traga todos los vientos y ayuda a los aldeanos a bloquear los vientos.
En sus manos puede llevar un arma, un pincel u otro objeto, dependiendo de cuál sea su función principal, como señalamos anteriormente. Algunos de ellos tienen una botella de calabaza, que simboliza la virilidad. Se dice que si una mujer desea tener un niño, debe tocar la calabaza.
Seleccionar al león como deidad protectora de Quemoy podría soñar extraño para muchas personas, ya que nunca hubo leones en la isla, ni siquiera en todo el territorio de China. Sin embargo, desde antaño, los chinos siempre han considerado al león como un animal auspicioso y protector. Así, esa singular deidad antropomorfa ha protegido muchas generaciones de ciudadanos de la isla.
Resulta algo común encontrar un pequeño inciensario al pie de las estatuas del León del Viento, junto con ofrendas de arroz glutinoso o pastelillos hervidos. Con ese sencillo gesto, la gente trata de rendir tributo y manifestar su gratitud a la deidad.
Como se menciona, estos leones de piedra portan diferentes objetos en sus manos. Debido a que Quemoy ha sido un frente de batalla por muchos años, algunas de estas estatuas sostienen una espada o bandera militar entre sus manos. Esto simboliza que el Fengshihyeh está siempre listo para defender a su pueblo. Muchos soldados que prestan servicio en la isla colocan capas al estilo militar sobre estos leones de porte castrense, implorando su protección durante el tiempo que han sido asignados a Quemoy.
En contraste, encontraremos algunos leones de piedra sosteniendo un pincel de caligrafía en sus manos. Se cree que el pincel ha sido otorgado por Wenchang Tati, el dios taoísta de los letrados, para proteger a los estudiantes y traer suerte a quienes tienen que hacer algún examen en la escuela. Muchos padres acuden a colocarle incienso y otras ofrendas para que bendiga a sus hijos.


Una interesante colección de diferentes formas del León del Viento sosteniendo diferentes amuletos y objetos de buena suerte.

Sin embargo, el León del Viento no sólo ha servido para proteger a los aldeanos de los fuertes vientos y traer bendiciones a las personas, sino que existen numerosos ejemplos de cómo ha sido colocado para combatir males endémicos o influencias negativas en ciertas aldeas de Quemoy.
Según una tradición local, la aldea de Liu Chuo (呂厝村) se vio terriblemente afectada por la presencia de la Tumba de Chen Jhen (陳禎), un funcionario de la dinastía Ming (1368-1644), que fue construida en 1526. Posteriormente, los aldeanos decidieron erigir un Señor León del Viento de piedra a la entrada del poblado. De esta manera, volvió la tranquilidad a la aldea.
Otro caso notorio es la aldea de Tientun (田墩村), donde se erigió un Señor León del Viento de piedra para contrarrestar el efecto negativo que ejercía sobre el poblado un templo construido exactamente al frente de la entrada del mismo.
Nadie conoce a ciencia cierta cuándo apareció la primera estatua de Fengshihyeh en Quemoy, pero toda la gente local asegura que la deidad ha protegido a gente de todas las profesiones durante muchas generaciones.
El Dios León del Viento podría ser una estatua de piedra inerte y muda, pero si el visitante escucha con mucho detenimiento, logrará oir cómo el sonido del mar y el viento se combinan para crear el fuerte rugido de un gran felino.

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