lunes, octubre 15, 2007

 

El Soberano Imperial Wen-chang: patrono estelar de los intelectuales

El Soberano Imperial Wen-chang, patrono de los intelectuales.

En los meses en que se realizan los exámenes de admisión universitaria , la nave trasera del Templo de Lungshan en Taipei se vió repentinamente invadida por una multitud de fieles con ofrendas poco usuales para esta época del año. En la nave trasera se veneran una gama de deidades menores que son patronos de diversos oficios. Desde el extremo derecho al izquierdo, se encuentran en fila diversos dioses que cubren de lo civil a lo castrense. Inicia el orden una deidad muy particular: el Soberano Imperial Wen-chang, patrono de las letras.

En el pasado, los letrados, eruditos y académicos en China veneraban a dos deidades: Confucio, considerado "maestro de los maestros"; y el Soberano Imperial Wen-chang. Ya desde épocas tempranas, Confucio fue consagrado por edictos imperiales y consecuentemente ha tenido templos dedicados a su memoria en todas las principales ciudades de China.

Sin embargo, Wen-chang no era reconocido oficialmente como deidad y por lo tanto, nunca tuvo un culto oficial. Siendo deidad del panteón taoísta, era venerado en el pasado dentro en los estratos más pobres de la sociedad. Por esa razón, sus orígenes están mezclados con leyendas y fantasías.

En la tradición taoísta, existe una serie de dioses y espíritus que son patrones de los literatos y académicos. El origen práctico de esta complicada relación mitológica fue el sistema de exámenes imperiales que existió en el pasado. El sistema era una forma segura de entrar en el servicio civil durante la época de las dinastías en China, y a la vez fue un mecanismo que permitió un permanente cambio social.

Entre estos dioses de la literatura sobresalen Wen-chang. En realidad, es una deidad cósmica y se considera que es la tercera estrella de la Constelación de la Osa Mayor. Existen varias versiones populares acerca de la posición estelar de la deidad. Una de ellas considera que Wen-chang es el nombre colectivo de las siete estrellas que conforman dicha constelación. La otra considera que Wen-chang es en realidad una designación general que agrupa a cinco deidades, que aparte del propio Wen-chang, incluye a Kuan-ti, Lu Tung-pin, Kuei-sheng y Chu-i, o Soberano de la Capa Roja. Según esta tradición, los cuatro últimos son ayudantes de Wen-chang y en conjunto forman el cuerpo de Wu Wen-chang o los cinco Wen-chang.

Resulta interesante observar que las otras seis estrellas de la Constelación de la Osa Mayor tienen nombres propios que reflejan su función como deidad: el General Supremo, General Asistente, Noble Primer Ministro, Controlador de los Destinos, Controlador del Medio y Controlador de la Riqueza.

Durante el reinado del emperador Jen de la dinastía Yuan (1279-1368), se otorgó a Wen-chang el título de "Soberano Imperial de Tze-tung". En el edicto imperial se especifica que la deidad es "Soberano Imperial Wenchang, promotor de la benevolencia y controlador de la riqueza que sirve como el origen e inicia la salvación". De esta forma, los espíritus de Wen-chang y Tze-tung fueron combinados en uno solo.

La referencia humana de la deidad la encontramos en el capítulo de Registro de Ritos de la obra Historia de la Dinastía Ming, donde se menciona que el nombre real de Wen-chang era Chang Ya-tzu, quien vivió en la dinastía Tsin Occidental (265-316), donde fue Ministro de la Corte. Chang era oriundo de Tze-tung, provincia de Szechwan y murió en combate.

Posteriormente, la gente construyó un templo en el Monte Chichu, cerca de su distrito natal, en su honor. El templo originalmente veneraba al Dios del Trueno, pero finalmente terminó adorando al "Dios de Tze-tung". Como se indicó arriba, éste y Wen-chang fueron combinados en una sola deidad por edicto imperial varios siglos después.

Según escasos registros históricos que se guardan acerca de Chang Ya-tzu, se sabe que era una persona muy fiel a su madre y que incluso cortó un pedazo de carne de su pierna para preparar una pócima que necesitaba su madre para curarse de una grave enfermedad. Se le atribuye también una existosa lucha contra una epidemia de peste que azotó al pueblo donde vivía. La tradición popular señala que Chang recibió una revelación mientras dormía cierta noche y obtuvo una fórmula medicinal para curar efectivamente a quienes padecían del mal.

Por esos méritos, se le atribuyen a Wen-chang las virtudes de la piedad filial y la benevolencia. La relación de esta deidad con los intelectuales y con los exámenes imperiales se remonta a la dinastía Sung (960-1279). En esa época surgió la leyenda de que Wen-chang había reencarnado 73 veces y siempre fue funcionario de alta jerarquía en la corte. Durante todas sus reencarnaciones, él fue un funcionario honesto y benévolo. En consecuencia, el Supremo Emperador del Jade, máxima deidad del panteón taoísta, lo nombró encargado de la lista de los futuros funcionarios de la corte.

Por esa razón, surgió la tradición que dura hasta nuestros días, donde las personas que van a presentar un examen suelen acudir a un templo donde se venera a Wen-chang para pedir su bendición y solicitar que sus nombres sean incluidos en la lista que tiene la deidad en sus manos.

En Taiwan, los templos de Wen-chang comenzaron a aparecer junto con el establecimiento de academias en la isla. Estas academias eran los centros escolares por excelencia durante la época imperial. Al entrar en la era republicana, el Gobierno reglamentó la educación y ordenó la creación de escuelas públicas y las academias comenzaron a desaparecer.

Actualmente, quedan alrededor de unos veinte templos dedicados a la deidad académica. Por lo general, son pocos los fieles que acuden a ellos. Sin embargo, se tornan muy animados en la época previa a los exámenes.

En Taipei, el único sitio dedicado a la devoción de Wen-chang es un pequeño templo semioculto dentro de un callejón de la Avenida Minsheng Oeste. A fines de junio e inicios de julio, muchos jóvenes de la ciudad capital acuden al templo acompañados de sus padres para hacer ofrendas y pedir por buenas calificaciones en los exámenes. El resto del año, muy pocas personas visitan el sitio.

En realidad, hay otros dos sitios donde uno puede ir a venerar a la deidad estelar. Al inicio mencionamos al Templo de Lungshan, dedicado a Kuanyin, Diosa de la Misericordia. Allí, en la nave trasera hay un nicho dedicado a Wen-chang.

El otro sitio, el Templo de Kuantu, está ubicado en las afueras de la ciudad. Es fácil llegar al mismo a través de la ruta Tamsui del Sistema de Transporte Rápido en Masa. El templo en sí es una imponente estructura situada en el pueblo de Kuantu, y es un sitio muy visitado por fieles y turistas. Entre las muchas deidades budistas y taoístas que se veneran allí, se encuentra un altar dedicado a Wen-chang.

Todos los sitios donde se venera a Wen-chang se tornan bulliciosos el tercer día del segundo mes del calendario lunar, cuando se celebra el cumpleaños de la deidad protectora de los intelectuales.

Aparte del incienso, los fieles suelen llevar ofrendas de cebollinas, apios y nabos. Las primeras dos verduras son homófonas de inteligencia y dedicación, mientras que el nabo simboliza un buen inicio. En la época de exámenes, los interesados presentan también una fotocopia de sus respectivas tarjetas de identificación de examinados para asegurarse que el dios no se equivoque de persona al momento de confeccionar la nueva lista de los que aprobarán las pruebas.

No sólo llegan al templo los estudiantes, sino también personas que aspiran a la carrera pública o funcionarios de menor jerarquía que desean ascender de posiciones. El sistema del servicio civil en Taiwan funciona con una eficiente serie de exámenes que califican para los diferentes cargos en la administración pública. De nuevo, Wen-chang juega un papel clave al ser el encargado de regir los destinos de los funcionarios públicos.

En tiempos pasados, la religión desempeñó un papel fundamental en la diferenciación social en China. Esto se comprueba con el culto al Soberano Imperial Wen-chang. Los intelectuales, que en el pasado ocupaban una alta posición económica y social, tenían una cosmovisión más racional y por ende, eran menos supersticiosos. En consecuencia, éstos solían venerar a Confucio.

Sin embargo, el ciudadano común que aspiraba a una mejor posición social, procuraba asegurar cualquier ayuda positiva que pudiera cambiar su suerte. Así, se popularizó el culto a Wen-chang y aparecieron templos dedicados al patrono de las letras.

En algunas familias, especialmente las que tenían muchos hijos, se solía venerar a Wen-chang junto con otros dioses más populares en el altar de la casa. También suelen rendirle culto familiar aquéllos que se dedican a los negocios relacionados con la educación, como serían librerías, escuelas suplementarias, papelerías, etc.

En Taiwan, la devoción a una determinada deidad suele dar indicios de cuál es la profesión de una persona. Y ésto se comprueba también en el culto al protector de los literatos y académicos.

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