lunes, abril 04, 2005

 

Los sueños y su interpretación en China

En un clásico diálogo de hsiang-sheng (género de charla humorística que se realiza generalmente entre dos actores en el escenario), se hace alusión al sueño. En dicha intervención jocosa, uno de los interlocutores narra que tuvo que ir al hospital para cerrar una herida que se hizo al chocar con un poste de luz en la calle. El otro interlocutor le pregunta por qué le sucedió tal desgracia. Enseguida le responde que fue a causa de un sueño.

La conversación continúa con uno de ellos interesado en conocer qué sueño tuvo el otro. Este le informa que recientemente tuvo un sueño donde aparecían muchos peces de colores en un estanque. Al interpretar este sueño, llegó a la conclusión que se encontraría muy pronto con una fortuna en la calle. A consecuencia de ello, estuvo andando muchos días con la mirada fija en el piso para no dejar pasar desapercibido cualquier dinero que hubiese en la calle. Sin embargo, no se fijó un día en el poste de luz que estaba al frente y el resultado ya se conoce.

Como parte del ritmo fisiológico del cuerpo humano, tenemos que dormir un número determinado de horas al día. Se suele sugerir unas ocho horas de descanso. En realidad, el organismo humano necesita de unas tres a cuatro horas para recobrarse del desgaste ocasionado por la actividad diaria. El resto del tiempo que pasamos durmiendo se consume en medio de los sueños.

Los psicológos consideran que los sueños constituyen una actividad absolutamente necesaria para la vida normal. Se ha comprobado que si a una persona se le priva de su ración diaria de sueño, empieza a sufrir alucinaciones y trastornos nerviosos.

El sueño es una conversación con nosotros mismos, donde el inconsciente nos enfrenta a problemas, necesidades o asuntos que tienen que ver con nosotros. El lenguaje de esta conservación es gráfico y simbólico. Por lo tanto, el sueño es una proyección de nuestras angustias, problemas, deseos, frustraciones y temores. En Occidente, la interpretación de los sueños es considerada parte del psicoanálisis o de las ciencias esotéricas. El cristianismo generalmente procura apartarse de las interpretaciones simbólicas de esta importante fase de nuestras vidas.

En el budismo, por el contrario, se hace un enfoque directo y relacionado con la religión. Según los budistas, cuando uno duerme, el subconsciente de una persona baja a los niveles más bajos y surge la cualidad de Buda en uno. Esta cualidad conoce nuestras encarnaciones pasadas, presente y futuras. Por lo tanto, el sueño puede ser una representación del pasado, presente o futuro de uno.

El taoísmo considera que todas las personas tienen tres almas: el alma que camina, el alma que sueña y el alma que se encuentra en el cielo. Según las enseñanzas de esta religión, el alma que sueña procura iluminar el alma que camina. Muchas veces, los sueños nos muestran obstáculos que se interponen a nuestros planes.

Existen diferencias muy pronunciadas en la interpretación de los simbolismos más comunes en el sueño. Podemos tomar como ejemplo al niño. En Occidente, soñar con un niño es algo positivo y favorable que revela el símbolo del futuro. En China, soñar con un niño es algo negativo. El niño es símbolo del hsiao-jen, el ruin, aquella persona despreciable con pequeñez mental. Cuando un chino sueña con un niño, debe cuidarse de las tramas que pueden estar armándole este tipo de personas.

Sin embargo, el sexo cambia todo el asunto. Si uno sueña con una niña, los chinos interpretan, es señal que vendrá un kuei-jen, una persona que nos hará favores.

Las pesadillas o sueños pesados suelen alterar el dormir de una persona. Los fantasmas suelen aparecer en las pesadillas. Los chinos explican esto como un acto del subconsciente, recuerdo de algo no muy grato. Para los chinos que creen en lo sobrenatural, los fantasmas suelen venir e irse con cierta regularidad. Por otro lado, los chinos consideran que los sueños generalmente representan exactamente lo contrario. Por ejemplo, si uno sueña que se le muere la madre, su significado es todo lo contrario, es señal de prolongación de la vida de la madre. Sin embargo, se deben cumplir con ciertos tabúes para no romper con el encanto. Por ejemplo, en el caso del sueño anterior, no se debe comentar de ésto a nadie. De lo contrario, se rompe el encanto.

Los maestros taoístas suelen considerarse expertos en poder decifrar y reajustar las conjuras que sean anunciadas en sueños.

Los sueños pueden influenciar psicológicamente en el comportamiento del individuo. Los chinos consideran que las fantasías y deseos que tiene uno durante el día generalmente se convierten en temas de los sueños durante la noche. Pero lo contrario también es verdad. Lu Ru-band, director del Departamento de Psiquiatría del Hospital General de las Fuerzas Armadas en Taipei, considera que somos psicológicamente dependientes de los sueños. “Los necesitamos”, enfatiza Lu.

Manifiesta que está fascinado con los sueños desde que descubrió la psicoterapia a través de la orientación psicoanalítica. “Los sueños pueden ser interpretados desde dos perspectivas, la fisiológica y la psicológica”, indica Lu.

En el aspecto fisiológico, el dormir consta de cuatro etapas. Las dos primeras son relativamente más suaves, mientras que las dos últimas involucran una fase más profunda del sueño. En el transcurso de la cuarta etapa surge el fenómeno conocido como movimiento rápido del ojo. Es en estos momentos cuando ocurren la mayoría de los sueños.

Se han realizado experimentos en gatos, donde se despierta al animal cuando entra en la etapa del movimiento rápido del ojo y se repite el proceso durante tres días. Al término de los tres días, el gato se torna agresivo y neurótico. Si se sigue haciendo este tipo de pruebas, el gato finalmente sucumbe en un profundo sueño para compensar el desgaste anterior.

El estado del movimiento rápido del ojo es una compleja situación neurofisiológica donde el cerebro muestra un bajo voltaje con movimientos rápidos e irregulares en un electroencefalograma.

Desde la perspectiva psicológica, los sueños pueden ser un panorama de tabúes, según Lu. Los objetos ordinarios que aparecen en los sueños se convierten en símbolos profundos con muchos significados.

Estos significados varían de acuerdo con la interpretación cultural de los diferentes pueblos. Esa es la razón del por qué un mismo objeto puede tener un simbolismo diferente en Oriente y Occidente. Incluso dentro de un mismo país pueden variar las interpretaciones debido a los tabúes que existen en las diferentes regiones del país. China, por ejemplo, tiene amplias diferencias culturales y de costumbres entre el sur y el norte.

Muchas cosas que son perfectamente normales en el norte, posiblemente sean tabúes en el sur. Sin embargo, existe un juego de tabúes que son universales. Quizás, el tratado más antiguo sobre estos aspectos que existe en China es la Explicación de Sueños del Duque de Chou, que es una recompilación de antiguos escritos y tradiciones orales sobre el fenómeno del sueño. El libro data de la dinastía Sung (960-1279).

Muchas interpretaciones que se describen en el tratado están relacionadas con tabúes que tienen que ver con simbolismos o la pronunciación de las palabras en chino.

Por ejemplo, si uno sueña con abrir un paraguas junto a la persona que uno ama, significa que vendrá una separación de los novios. O si un ratón mordizquea la manga de la camisa de uno, vendrá la ayuda que necesitamos. Si uno sueña con una prenda de vestir, vendrá un familiar desde muy lejos.

En China, existen anécdotas de sueños famosos que se han convertido en fuente de inspiración filosófica. Quizás el más famoso de ellos es el sueño de Chuang Tzu (365-290 a.C.) Sumido en un sueño, Chuang Tzu se ve a sí transformado en una mariposa que flirtea alegremente entre damas mariposas que se deleitan con su fascinante compañía. Con ellas, hace el amor en forma despreocupada mientras las otras mariposas revolotean a su alrededor encantadas de ver lo que está pasando.

Cuando despierta de su sueño, Chuang Tzu se pregunta si habrá una mariposa en el mundo que también es el filósofo en su sueño. “¿Quién sabe? Tal vez mi vida no sea más que el sueño de una mariposa”, reflexiona Chuang Tzu.

En la interpretación de los sueños, los chinos consideran que las mariposas representan algo que va a suceder. Sin embargo, este evento puede ser bueno o malo. Es decir, la mariposa representa una realidad y no se emiten juicios en torno a su naturaleza. El resto es obra de la imaginación y la autosugestión, igual que un sueño.

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