sábado, abril 02, 2005

 

Las múltiples facetas de Kuan-yin, diosa de la Misericordia


Kuan-yin, Diosa de la Misericordia

En muchos templos de Taiwan se encuentra, ya sea en el altar principal o en altares secundarios, la imagen de una diosa de semblante benevolente. A su lado, se suele colocar un ramo de siempreviva en un florero, junto a ofrendas de flores y frutas. La deidad es Kuan-yin, conocida en sánscrito como Avalokitesvara, y es uno de los bodhisatva (iluminado) más populares y más importantes.
Su culto se extiende por toda China, Tíbet, y casi todos los países del Noreste y Sudeste Asiático. En un tiempo, era venerada en todo Asia Menor hasta lo que es actualmente Irán. Su nombre en japonés es Kannon y en tibetano, Chenrezig. La razón de su extendida veneración se debe a que ella es la guardiana del mundo presente, siendo la transición entre el histórico buda Sakyamuni y Maitreya, el buda del futuro.
Kuan-yin es la Diosa de la Misericordia en el budismo chino. Para los budistas tibetanos es el Buda de la Compasión. La veneración a Avalokitesvara o Kuan-yin en China se inició con la introducción del budismo al país a inicios del siglo III.
En los siguientes 1.700 años después de la llegada del budismo a China, los monjes tradujeron más de ochenta volúmenes de escrituras sagradas y escribieron una extensa colección de obras religiosas apócrifas sobre la diosa Kuan-yin. A través de este largo y persistente esfuerzo religioso, el Bodhisatva proveniente de India pasó por un proceso de sinificación convirtiéndose en tema principal de la literatura popular y muchas leyendas.
Originalmente, Avalokitesvara fue una deidad masculina en su tierra natal, India. De carácter luminoso y redentor, a la vez poseedor de prerrogativas de un soberano universal, personifica la compasión y la caridad. Por esa razón, al ser introducido en China, adquiere una naturaleza femenina por las últimas cualidades mencionadas.
En realidad, al alcanzar el nirvana o estado de perfección absoluta, el ser humano pierde las características del sexo asociadas con su condición mortal y se transforma en un buda o iluminado. La perfección absoluta permite al ser humano librarse permanentemente del proceso de la reencarnación y de las limitaciones materiales.
En este sentido, el budismo es una religión de salvación endógena, a diferencia de la mayoría de las otras religiones de salvación exógena, como el cristianismo o islamismo. En vez de ser religión, el budismo es un sistema de ejercicios y disciplina con el fin de alcanzar la salvación por medios propios. Como tal, no conlleva actos de fe. Según los budistas, Buda es uno mismo. Las imágenes de los templos budistas sólo sirven para recordarnos del ejemplo de quienes ya alcanzaron el estado de nirvana.
En términos teológicos, la veneración de Avalokitesvara o Kuan-yin en China puede ser clasificada en tres categorías: exotérica, esotérica y sinificada.
La tradición exotérica es la más arraigada y la representación de la figura serena de la diosa es la más común en los templos y altares familiares en Taiwan. Kuan-yin es presentada como una diosa normal con una corona que tiene como diadema un Buda. Sus brazos sostienen objetos auspiciosos, tales como una flor de loto, una rama de sauce o un rosario.
La versión esotérica presenta a Kuan-yin con once cabezas y múltiples brazos que sostienen una amplia variedad de instrumentos usados para ayudar a los fieles a liberarse de todas las formas de males y dificultades. Esta forma suele ser conocida como el “Kuan-yin de mil brazos y mil ojos”. En las imágenes chinas generalmente se muestran sólo dieciséis brazos que sostienen objetos esotéricos tales como espadas, rosarios, flores, etc. Esta forma iconográfica tiene sus orígenes en India. Sin embargo, la versión india representa generalmente a la deidad de pie, mientras que en China se la presenta sentada sobre una gigantesca flor de loto.

La artista Loretta Yang da los toques finales a
una gigantesca estatua de Kuan-yin.


El origen de esta iconografía se basa en una leyenda donde se dice que Avalokitesvara prometió no descansar sino hasta liberar a todos los seres humanos del sufrimiento. Después de trabajar diligentemente en esta tarea por un largo tiempo, la deidad descubrió que el número de seres miserables que debía salvar era inmenso y muchos de ellos no apreciaban su esfuerzo y volvían a recaer en las mismas debilidades que causaban su sufrimiento.
Su desesperación fue tal que su cabeza reventó en miles de pedazos. El buda Amitabha, al ver la situación, recogió las partes y las volvió a unir, convirtiéndose en un cuerpo con muchos brazos y muchas cabezas. Así, Avalokitesvara puede trabajar con miles de almas al mismo tiempo, liberándolas de sus diferentes sufrimientos.
En la iconografía esotérica también se representa la deidad con un ojo en la palma de cada mano, representando su actitud siempre vigilante para librar de los males al ser humano.
La versión sinificada de la veneración a Kuan-yin se basa en las tradiciones populares de China que surgen de los textos apócrifos y leyendas que se han acumulado a través de los siglos. Las imágenes más populares de este género en Taiwan incluyen las de la “Dama del Vestido Blanco”; “Kuan-yin otorgando niños”, “Kuan-yin del cesto de peces” y “Kuan-yin del Mar del Sur”.
En su versión sinificada, Kuan-yin virtualmente pierde su origen extranjero y adquiere una personalidad típicamente china. Las iconografías de este género son usadas con frecuencia en los templos taoístas de Taiwan. Aunque también se utilizan imágenes exotéricas en tales templos, las representaciones sinificadas suelen adaptarse mejor al estilo utilitarista del taoísmo.

Sello postal de Tailandia con la imagen de Avalokitesvara o Kuan Yin.

A través de los años, el budismo y el taoísmo han pasado por un proceso de sincretización en Taiwan, donde las dos religiones se han fusionado en una nueva versión folclórica donde los dioses de ambas adquieren propiedades comunes que ameritan el culto de los fieles. En este sentido, muchos dioses taoístas han adquirido el título de buda otorgado en virtud a su popularidad.
Un ejemplo notable es el Templo de Lungshan, ubicado en el casco viejo de la ciudad de Taipei. El templo, uno de los más antiguos de la ciudad, es un sitio de devoción budista cuya deidad principal es precisamente Avalokitesvara o Kuan-yin. Sin embargo, en su última reconstrucción se le agregó una nave secundaria en la parte posterior dedicada a varios dioses taoístas.
A través del proceso de sinificación, Kuan-yin también se ha convertido en uno de las principales deidas que muchos mortales en China pretenden personificar. Tzu-hsi o la Emperatriz Viuda, última regente de la dinastía Ching y tía del último emperador de China, solía vestirse con un atuendo budista para aparentar ser Kuan-yin. Para ese propósito, tenía un estanque de lotos con una isleta en medio donde Tzu-hsi meditaba a veces y que vista desde los jardines cercanos creaba la sensación de que ella flotaba entre los lotos.
Recientemente, el Museo Nacional del Palacio realizó una exhibición sobre las imágenes de Kuan-yin en el arte chino, donde se incluyeron pinturas que representan las tres tradiciones antes mencionadas. La muestra tuvo como finalidad ayudar a los visitantes a entender mejor el complejo y multifacético proceso del desarrollo del budismo en China.
A inicios de enero de 2001, la artista del cristal de Taiwan, Loretta Yang, realizó una exhibición de figuras budistas hechas de cristal. La obra maestra de la exposición fue una gigantesca estatua de Kuan-yin de mil brazos y mil ojos. La estatua, que mide 347 centímetros, está hecha de arcilla coloreada y un par de brazos sostiene en alto una figura de Buda hecha de cristal.
La escultura es tan inmensa que no pudo ser introducida en los elevadores del almacén de departamentos en Taipei donde fue exhibida. Un grupo de trabajadores tuvo que subirla a cuesta por las escaleras hasta el noveno piso, donde se llevó a cabo la exhibición.
Esta es la estatua más grande de Kuan-yin de mil brazos y mil ojos en China y se ha depositado una copia en las Cuevas de Tunhuang, situadas en el noroeste de China continental. Estas cuevas son famosas por su vasta colección de frescos con motivos budistas y una rica colección de textos sagrados que fue descubierta hace exactamente cien años.
El budismo llegó a China desde India como algo ya hecho, sin necesidad de contribuir en nada a su formación. Su desarrollo estuvo ligado al arbitrio de peregrinaciones y traducciones sin un orden determinado. En consecuencia, los textos sagrados fueron introducidos a lo largo de varios siglos, tomando un valor diferente al que tuvieron en su tierra de origen. Esto vino como resultado de las interpretaciones fragmentadas y hechas en diferentes lugares.
Avalokitesvara o Kuan-yin es un excelente ejemplo de cómo el budismo chino no corresponde exactamente a las confraternidades o escuelas originales de India. Sin embargo, la deidad tiene su origen allá y persigue el mismo fin redentor. Posiblemente el proceso de sinificación fue la causa de su gran popularidad en el pueblo de China.

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