miércoles, enero 16, 2008

 

Brahma o el Buda de las Cuatro Caras

En algunas de las intersecciones más transitadas de Bangkok, capital de Tailandia, se encuentran pequeños altares donde los transeúntes en su apresurado paso en medio de la agitada urbe se detienen momentáneamente para hacer una leve inclinación de la cabeza con las manos juntas en un profundo acto de respeto. No falta alguien que lleva un ramo o una guirnalda de jazmines, o un vaso de agua de coco para colocarlo en su presencia como una ofrenda; o encienda incienso. De vez en cuando, algunos fieles también colocan pequeños elefantes de madera. La deidad que todos veneran es Phra Phom o el Buda de las Cuatro Caras, una representación local de Brahma, la deidad creadora de la tradición religiosa hindú.
Dentro de hinduismo, Brahma es miembro de la Trimurti (trinidad) conformada por Brahma (dios creador), Vishnú (dios preservador) y Siva (dios destructor). Brahma (Dios de la Creación) es un deva (en sánscrito: deidad) que tiene cuatro cabezas que corresponden a las cuatro direcciones de la brújula. Es el creador de la vida y del universo. Su cónyuge o sakti (energía femenina) es Saraswati, la diosa de las artes y la ciencia. Con frecuencia, se identifica a Brahma con la deidad védica Prajapati.
Aparte de personificar la creación, Brahma es considerado en el plano filosófico-teológico como el equilibrio entre los dos principios opuestos centrípeto y centrífugo, simbolizados por Vishnú (preservación) y Siva (destrucción), respectivamente.
Existen innumerables relatos acerca del nacimiento de Brahma y la posterior creación del Universo. El más conocido describe que surgió del ombligo de Narayana (la primer forma de manifestación de Vishnú) dentro de una flor de loto. Otra versión relata acerca de su aparición dentro de un huevo de oro (Hiranyagarbha).
El brahmanismo o religión nacional de India es esencialmente politeísta, es decir, reconoce la existencia de más de un dios; sin embargo, la mayoría de la gente es devota principalmente de una sola deidad. A través de los siglos, el brahmanismo ha evolucionado e integrado en su dogma a las creencias y los ritos populares; y a pesar de la gran diversidad de su panteón, profesa una tendencia hacia el monoteísmo.
Aparte de los dioses más populares, Brahma, Vishnú, Siva y la diosa Devi; también existen otros dioses menores que están incluidos en el panteón central debido a que están identificados con los dioses más importantes, o con sus hijos o amigos.
Brahma no debe ser confundido con el concepto filosófico hindú conocido como Brahman, que es un término genérico en sánscrito que denota el Supremo Espíritu Cósmico. Brahman se usa para describir el Universo y por lo tanto, representa un concepto intangible. Al contrario, Brahma es un término nominativo para denotar una deidad, y por ende, un ser tangible y formal. Es posible concebir la forma y semblante de Brahma, más es imposible representar físicamente al Brahman. En otras palabras, Brahman existe, pero no tiene forma; mientras que Brahma existe y tiene forma.
Como divinidad creadora, Brahma tiene un temperamento frío y posee los más altos principios morales. Es un ser bondadoso, misericordioso, dotado de simpatía e imparcialidad. Estos cuatro preceptos constituyen precisamente lo que en la enseñanza budista se denomina como "comportamiento consciente", donde se instruye al creyente en los cuatro dharmas (leyes).
El mantra de Brahma en sánscrito es:

Om Namo Rajo Jushei Sristau
Sthithou Sattwa Mayayacha
Tamo Mayaya Sam-harinei
Vishwa Rupaya Vedhasei
Om Brahmanyei Namaha


Su traducción al español sería: "Om es el nombre de El, que creó este cosmos con sus tres gunas (características de la naturaleza: positivo, negativo e inactivo), quien dio forma a todas las cosas y que es universal. El es Brahma, a quien saludo respetuosamente."
Según el Mahapurana Brahma (texto sagrado hindú), esta deidad surgió de sí mismo, sin necesidad de una madre. Surgió de una flor de loto que creció del ombligo de Vishnú en los albores del Universo. Continúa el texto narrando que al inicio del proceso de la Creación, Brahma hizo once Prajapatis (deidad primordial), que fueron los precursores de la raza humana.
Existe un relato que explica las cuatro cabezas de Brahma. Durante la creación del universo, Brahma creó a Shatarupa, una deidad femenina con cien formas de hermosura. En ella se concentraba todas las expresiones de la belleza pura y no ha sido hasta ahora igualada en hermosura por persona divina o humana alguna.
Brahma quedó tan enamorado de ella que no quiso apartar su vista de ella. Al verse en una situación tan embarazosa, Shatarupa trató de esquivar la mirada de Brahma. Pero, cada vez que ella se movía de una dirección, aparecía una nueva cara en Brahma. Finalmente, nuestra deidad creadora tuvo cinco caras, una para cada dirección de la brújula y una en el tope de la cabeza.
Para controlar la irracionalidad de Brahma, Siva le cortó la cara superior. Siva se sintió molesto y consideró que Brahma no debía estar obsesionado con Shatarupa, ya que era su hija, puesto que fue creada por él. Siendo creador de todas las cosas, Brahma es poseedor de los más altos principios morales y no puede ser perturbado por ninguna forma de tentación. Como consecuencia del incidente, Brahma ha estado recitando los cuatro Vedas (libros sagrados) desde entonces.
Siva ordenó que India, tierra sagrada de los dignos, no debe venerar a un Brahma "no sagrado". De esta forma, sólo Vishnú y Siva son adorados en el hinduismo, mientras que Brahma ha sido ignorado casi totalmente. Si bien en las oraciones de casi todos los ritos religiosos del hinduismo se menciona a Brahma, existen muy pocos templos dedicados a esta importante deidad.
A pesar de que los sutras budistas prescriben que Brahma es sencillamente un deva y no un buda, en el Sudeste Asiático, especialmente en Tailandia, Brahma adquiere la posición de un iluminado. En Tailandia, es conocido como Phra Phom o Buda de las Cuatro Caras.
La interpretación humana de las cuatro caras de Brahma es que la deidad puede ayudar a la gente que viene de todas las direcciones a pedirle favores. También revisten un significado especial los objetos religiosos que tiene en sus manos y sus posturas. Es la única deidad hindú que no sostiene un arma en sus manos; al contrario, tiene un cetro en forma de cucharón (sruva) en una de sus manos, que está asociado al óleo sagrado que rocía sobre el fuego de un sacrificio.
En otra de sus manos sostiene un tazón o jarra (kamandalu) conteniendo agua, que es considerado como el elemento primordial de donde deriva toda la Creación. Se considera que el líquido que contiene el cuenco es el amrita o néctar de inmortalidad.
También lleva consigo un rosario (mala) hecho con semillas de rudraksha o árbol de lágrimas (Elaeocarpus ganitrus), donde usa sus cuentas para registrar el paso del tiempo en el Universo y para controlar el karma. En otra de sus manos sostiene los Vedas (pustaka), escrituras sagradas que le fueran reveladas durante la meditación al comienzo del ciclo de la creación, simbolizando el conocimiento y la sabiduría.
La iconografía de Brahma puede variar mucho, siendo sus manos representadas en diferentes actitudes y sosteniendo otros objetos. Pudiendo también ser presentado en la postura Varada Hatsa Mudra (entrega de dones) con una mano hacia abajo, mostrando la palma en actitud de dar; o en la postura Abhaya Hasta Mudra (protección), con la mano hacia arriba, mostrando la palma en actitud de saludo.
Algunas veces, el cucharón que porta es reemplazado por una escobilla y un manojo de hierba (kurca), que revisten un simbolismo similar al del sruva.
Su imagen también suele estar complementada con la presencia de la flor de loto, que simboliza el ombligo de Vishnú; una concha sagrada, símbolo de riqueza y prosperidad; una rueda voladora, para evitar desastres y calamidades, así como combatir el mal; y un abánico (cinta mani), símbolo de las bendiciones. A excepción de la flor de loto, que está asociada con el origen mismo de Brahma, los otros objetos religiosos que acompañan su imagen son de añadidura posterior, y tienen estrecha relación con la tradición budista. La tradición védica lo presenta con una piel de coloración roja y con vestimenta de color blanco.
En Taiwan, la devoción hacia el Buda de las Cuatro Caras no es tan arraigada como aquélla de otras deidades budistas más populares. Tampoco existen templos dedicados a su culto que sean muy concurridos, como aquéllos dedicados a Kuanyin (Avalokitesvara), la Diosa de la Misericordia; o a Matsu, la Diosa del Mar.
Por lo general, sus templos en la isla son pequeños y poco ornamentados, en gran contraste con los otros templos dedicados a dioses budistas o taoístas. En algunas localidades de la isla, aparece su estatua en rincones apartados, como imagen protectora del camino o en un pequeño altar aislado del altar mayor de un templo budista.
Uno de los altares más concurridos se encuentra en el callejón de una céntrica calle de la ciudad de Taipei, detrás de un conocido hotel. Allí, en un sitio relativamente rudimentario, los fieles concurren para venerar a la imagen de Phra Phom o Buda de las Cuatro Caras.
Es de procedencia tailandesa y su sencillo rito de adoración sigue en gran parte la tradición de ese país del Sudeste Asiático, colocando flores de orquídea o jazmín en sus pies. Cabe notar que la imagen de Phra Phom consta con ocho manos, siete de ellas sosteniendo respectivamente los sutras, rosario, lanza, cuenco, concha de caracol, rueda voladora, abanico, y una colocada en el pecho en señal de compasión.
Para un dios tan poderoso, pero frío y sin pasión como Brahma, tal vez no se sienta incómodo en un sitio tan sencillo; a pesar de los suntuosos templos que ha tenido o tiene en otras tierras; como serían los templos en su honor que actualmente encontramos en Tailandia, o aquellas grandes edificaciones de tiempos pretéritos, como el Angkor Wat en Camboya.
Sin embargo, dentro del budismo, Brahma es un nombre genérico que se usa para exaltar a cierta deidad (deva) desapasionada. Dentro de la cosmología budista, existen muchos Brahmas. En consecuencia, no existe una relación entre los Brahmas del budismo con el concepto brahman del hinduismo, que como de dijo anteriormente, es una fuerza divina que lo acuerpa todo.
También encontramos el término Brahma dentro de la tradición védica. Pero, en el hinduismo sólo existe un Brahma, que es el Señor Creador. Por otro lado, en los más antiguos textos budistas, aparecen varios Brahmas que supuestamente coexistieron al mismo tiempo, algunos de ellos incluso creían que eran “creadores todopoderosos”. Pero, el budismo clásico corrige estas posturas y evita que estos mitos se formalicen dentro del canón de la práctica budista.
Por ende, hay que tener en cuenta que los mitos, atributos y funciones de los Brahmas que aparecen en la temprana tradición budista son bastante diferentes a los del Brahma de la tradición védica.
En términos teológicos, el budismo considera que Brahma dentro de la tradición hindú es un malentendido o un fallo en la memoria de uno o varios de los Brahmas del budismo, explicación que se puede encontrar en el Brahmajāla-sutta, el primero de los 34 suttas (escrituras canónicas) en la obra Discursos Extensos de Buda (Digha Nikaya).
En los textos budistas, se mencionan específicamente a varios Brahmas, lo cual imparte una especie de ambigüedad al término, creando incertidumbre acerca de cómo colocar estos personajes dentro de su contexto cosmológico.

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