miércoles, junio 01, 2005

 

Ganesha, el Dios con cabeza de Elefante


Ganesha

Natetaraati Bheekaram Navoditaarka Bhaasvaram
Namat Suraari Nirjanam Nataadhi Kaapa Duddharam
Suresvaram Nidheesvaram Gajesvaram Ganeshvaram
Mahesvaram Samaasraye Paraatparam Nirantaram.

(Medito eternamente en él, el Señor de los Ganas, aterrador para quienes no son devotos, quien brilla como el sol de la mañana, a quien los Dioses y demonios hacen reverencia, quien elimina el gran pesar de sus devotos y es el mejor entre los mejores.)


El panteón indostano contiene muchas deidades zoomórficas, y entre ellas, Ganesha, el dios-elefante montado sobre un ratón, se ha convertido en uno de los símbolos relacionados con el hinduísmo más conocido. Su popularidad en India no sólo refleja la importancia de la deidad, sino también sus cualidades protectora y persuasiva.
Ganesha es el hijo mayor de Siva y Paravati. Su figura es inconfundible con la cabeza de un elefante y un corpulento cuerpo humano con una inmensa barriga. El tiene cuatro manos. Una de ellas lleva una soga, para conducir a los devotos hacia el sendero de la Verdad; la otra lleva un hacha, para cortar las ataduras perecedas de los devotos; en la tercera mano tiene un laddoo (dulce hecho con harina, leche condensada, mantequilla fina y frutas secas), para recompensar a los devotos por sus actividades espirituales; y su cuarta mano siempre está extendida para impartir bendición a los fieles. Su vehículo es un pequeño ratón.
Junto con Brahma, Vishnú, Siva y Durga, constituye el quinteto primario de las deidades indostanas, conocidas en conjunto como el panchayatana puja. Ganesha es el Señor de los Exitos, y Destructor de los Males y Obstáculos. También es venerado como Dios de la Educación, el Conocimiento, la Sabiduría y la Riqueza. Otras denominaciones que tiene la deidad son: Vinayaka (Señor del Conocimiento), Vighneshvara (Señor de los Obstáculos) y Ganapati (Jefe del gana o ejército de Siva).
La obra Shiva Purana nos describe el origen de la deidad zoomórfica. Paravati tomó ceniza que se había puesto en el pecho su marido, como lo hacen en India todos los hombres que se dedican a la vida ascética, y le añadió unas gotas de agua que recogió en su propio cuerpo, después de bañarse. Amasó todo aquello e hizo un hermoso bebé, que pronto llegó a ser un hermoso joven de rostro humano, Ganesha.
En cierta ocasión, la diosa Paravati quiso tomarse un baño y ordenó al niño a vigilar la puerta de su baño. Mientras ella se bañaba, retornó Siva, su marido, quien se sorprendió al ver a un niño extraño impidiéndole la entrada al baño. En un arrebato de ira, Siva la arrancó la cabeza al niño.
Al conocer del incidente, Paravati rompió en llanto mientras abrazaba el cuerpo acéfalo de su hijo. Al ver el dolor de su amada, Siva ordena a sus guardias para que traigan la cabeza de cualquier ser que se encuentre durmiendo cara hacia el norte. Los soldados encontraron un elefante durmiendo y trajeron de vuelta su cabeza. Siva tomó la cabeza del animal y la pegó al cuerpo del niño. La deidad resucitó al niño y lo nombró pati (líder) de sus tropas. Por eso, también se le conoce como Ganapati. Siva también le otorgó otro don, cualquier persona que adore con suma piedad a Ganesha e invoque su nombre antes de iniciar todo proyecto tendrá garantizado el éxito del mismo.
En otra obra de literatura sacra de India, el Brahma Vaivarta Purana, nos da otra versión sobre el origen de Ganesha. A pesar que esta versión es menos popular, su contenido es más sentimental. Siva le pidió a Paravati que realizara el punyaka vrata (ejercicio y ritual espiritual) durante un año para ganar la bendición de Vishnu y poder concebir un niño.
Cuando nació el bebé, todos los dioses y diosas se reunieron para celebrar su advenimiento. Entre los invitados también estaba Shani, hijo de Surya o Dios Sol, quien no quiso ver al niño. Molesta por el extraño comportamiento de esta deidad, Paravati le preguntó cuál era la razón de su actitud. Con mucha pena, Shani (identificado en India con el planeta Saturno) le explicó que su mirada podría causarle daño al recién nacido. Paravati le insistió que no pasaría nada y lo llevó de los brazos a ver a su hijo, pero la mirada de Shani hizo explotar la cabeza del niño. Todos los dioses y diosas presentes comenzaron a preocuparse para salvar a la pequeña criatura. En medio del alboroto de las deidades, Vishnu bajó a la Tierra y corrió a las orillas del Río Pushpabhadra, encontrando un elefante bañándose en sus aguas. Vishnu cortó la cabeza del animal y la trajo de vuelta al palacio, donde la incorporó al niño y lo resucitó.
En India se cree que el elefante es un animal de notable inteligencia. Por lo tanto, se considera a Ganesha como el más inteligente de los dioses. Por ende, es el dios de los escritores y los literatos. Se le hacen plegarias antes de escribir un poema o novela. Es menester ser inteligente para hacer negocios, entonces, Ganesha es el dios de los comerciantes. Como otorga la riqueza a los que la merecen por su trabajo, se le hacen plegarias antes de empezar una nueva empresa.
La inteligencia siempre va acompañada por otra virtud: la sensatez. Esta hace que el hombre que ame la existencia. Ella le ordena que se resigne ante los dolores inevitables, pero también le aconseja que disfrute de todos los placeres inocentes, como los de la buena comida, los pasteles, y todos los dulces. Ganesha, Dios de la Sensatez, es una deidad golosa y sobre todo le gustan los bombones.
Ganesh Chaturthi es el festival donde se celebra el nacimiento de Ganesha y en India se le considera como uno de los eventos más alegres del año. El festival se celebra con mucho entusiasmo y devoción por toda India, y en algunas regiones, tales como Andhra Pradesh y Maharashtra, puede durar hasta diez días.
Durante esos días, la gente llega a las hermosas toldas, que generalmente van acompañadas por mesas donde los médicos ofrecen atención médica gratuita, se hacen donaciones de sangre y se reparten limosnas a los pobres. También se realizan actuaciones teatrales en escenarios improvisados, se proyectan películas y se presentan espectáculos de cantos.
En el día de su cumpleaños, se colocan imágenes o estatuas de la deidad en plataformas en las casas o en toldas sumamente decoradas para que la gente llegue y rinda homenaje a su benevolente dios. En esa ocasión, realiza un ritual denominado pranapratishhtha, donde junto al canto de mantras, un sacerdote vestido de rojo invoca vida a la imagen. Terminado el ritual, se procede a dar tributo a Ganesha, ofreciéndole dulces, flores y cocos. También se le unta con una pasta roja hecha a base de cúrcuma, y se le cantan himnos védicos. En algunos sitios, se realiza una procesión con la imagen de la deidad, en medio de cantos y danzas, para finalmente sumergirla en un río o en el mar, simbolizando ritualmente la despedida al Señor, que retorna a su morada en Kailash, llevándose consigo los infortunios de toda la humanidad.
Para ser protegido por la deidad y lograr éxitos en el trabajo o en los negocios, se recomienda el siguiente ritual durante el festival de Ganesh Chaturthi: Levantarse temprano en la mañana y leer historias sobre el Señor Ganesh, tratando de meditar acerca de los diversos episodios de su vida. Seguidamente, tomar un baño y dirigirse a un templo o altar donde se venere constantemente a la deidad, para orar frente a su sagrada imagen. Llevar consigo un poco de coco fresco y dulces, ofreciéndolos al momento de orar. Rezar con fe y devoción para que elimine todos los obstáculos que encontramos en el sendero espiritual y que pertuban nuestro pensamiento diario. De ser posible, pedir al encargado del templo o la familia que tenga el altar que le ayude a conseguir una imagen o estatua de la deidad, para llevarla consigo a casa y colocarla en un altar dedicado a su Benevolente y Protectora Presencia. Dediquele una oración diaria, dirigida personalmente a Ganesh desde lo más profundo del corazón, y pronto comenzará a sentir su Divina Presencia en su hogar.
En el día de su cumpleaños, hay que echar una mirada a la luna en la noche. Con este gesto, reflexionemos acerca de la sensatez, la humildad y la simpatía hacia el prójimo. Nunca olvidemos que la Luna se comportó mal ante una desgracia del Señor y por esa razón, no se atreve a iluminarnos con su faz llena todas las noches.
La leyenda al respecto tiene que ver con una fiesta en la que estuvo Ganesh y comió demasiado dulces. Tuvo una sensación de llenura y pidió al ratón llevarlo a cuesta a pasear por el bosque para hacer la digestión. En medio del camino iluminado por la luna, una cobra comenzó a estirarse entre los matorrales. No tenía ninguna mala intención, pero el ratón al verla se asustó y en su desenfreno, hizo caer de bruces a su amo. Como tenía la panza demasiada llena, Ganesha reventó y todos los dulces se desparramaron sobre el suelo. Siendo sensato y sabio, Ganesh no perdió la calma, sino que con toda tranquilidad recogió los dulces y los colocó en su vientre, cerrándolo de nuevo. Para evitar otro accidente similar, agarró la cobra y la ató a su cintura.
Mientras ocurría toda esta desgracia, la Luna, que contemplaba desde lo alto, se rió a carcajadas. Ganesh le preguntó qué cosa le causaba tanta risa, y la Luna le respondió que resultaba muy cómico ver como se le abría la panza y salía toda comida regada por el suelo, cómo quedó tirado en el piso, y cómo el ratón se sentía deseperado entre el temor a la víbora y el daño causado a su amo. En son muy caprichoso, la Luna le dijo a nuestra deidad que parecía un verdadero payaso y que nunca había presenciado espectáculo más divertido. Ganesh se encolerizó, no por que la Luna se había reído de su accidente, sino porque se divertía de la desgracia y desdicha de los demás. En tono muy severo, Ganesh la maldijo y le echó un conjuro donde ella tendría que estar tapando la vergüenza de su desconsideración al prójimo durante la mayor parte del tiempo, sólo mostrando su belleza plena unos días en cada mes.
La cabeza en forma de elefante que tiene Ganesha simboliza el Atman o alma, que es la más suprema realidad de la existencia humana; su cuerpo humano representa a la Maya o existencia terrenal de los seres humanos. Como se dijo anteriormente, el elefante denota sabiduría y la trompa del animal representa el símbolo sánscrito Omkara (Om, el símbolo sonoro de la realidad cósmica que encierra el pasado, el presente y el futuro).
Las imágenes de Ganesh generalmente muestran a la deidad con un colmillo completo y el otro roto, y algunas veces se le representa con una mano agarrando el colmillo roto. Este es el símbolo del sacrificio, ya que él rompió su colmillo para hacer un pincel para escribir el Mahabharata, una de las dos obras épicas de la literatura clásica de India. También suele llevar consigo una flor de loto, símbolo de la pureza; un rosario que sugiere la continuidad en la búsqueda del conocimiento; y sus enormes orejas de elefante, donde puede escuchar todas las plegarias de la humanidad.
Como símbolo de humildad, Ganesha va montado en la más humilde de todas las criaturas, el ratón. Aparte de los atributos que se mencionaron anteriormente, Ganesha es también el destructor de la vanidad, el orgullo y el egoísmo. Es la personificación del universo material en todas sus diversas manifestaciones magníficas. Se dice que todos los hindúes veneran a Ganesh, indistintamente de su creencia religiosa. Al fin y al cabo, El es el inicio de la religión y el punto de encuentro de todas las creencias.
El culto a Ganesha no se limita a India, también encontramos su presencia en muchos templos y altares familiares en Indonesia, Tailandia, Camboya, Sri Lanka, Vietnam, Nepal, China, Afganistán, Malasia, Singapur, Nepal, Japón y Mongolia. Ganapati ha sido incorporado al budismo, y su culto se ha ido expandiendo a medida que el budismo se ha divulgado por el mundo entero.

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