lunes, mayo 23, 2005

 

Shintoísmo: religión oficial de Japón


Templo dedicado a Amaterasu Omikami,
la Diosa del Sol, en Ise, Japón.


El shintoísmo, es una antigua tradición religiosa que ha sido considerada como la religión oficial de Japón. En realidad, no debía ser considerada exactamente como una religión, ya que cristianos y budistas aceptan la coexistencia del budismo o cristianismo con el shintoísmo. Su principio fundamental es el respeto y lealtad al Emperador de Japón y a los grandes antepasados imperiales y la reverencia a los espíritus o memoria de los grandes personajes del pasado histórico o familiar.
Al inicio, el shintoísmo fue una mezcla amorfa de culto a la naturaleza, ritos de fertilidad, técnicas de adivinación, veneración hacia los héroes y shamanismo. Posiblemente se inició en los alrededores del año 500 antes de la Era Cristiana.
El término Shinto deriva del chino Shen Tao, que significa la "vía o sendero de los Dioses". El término fue formalmente adoptado en el siglo VIII. Para esa época, el budismo y el shintoísmo fueron establecidos como religiones oficiales de Japón, priorizando en el concepto de los orígenes divinos de la familia imperial. En ese entonces, la dinastía Yamato había consolidado su poder en la mayor parte del territorio japonés.
Con la introducción del budismo al Japón procedente de China y Corea en el siglo VI, esta religión de origen animista tuvo que competir con la nueva creencia. Las ceremonias originales, que consistían principalmente de abluciones y actos de purificación, sufrieron profundas modificaciones introducidas por el budismo. Los shintoístas consideraron que Buda era otra deidad o kami. Por otro lado, los budistas anexaron a su propio panteón a las divinidades del shintoísmo como medios alternos para alcanzar la iluminación. Algunos autores de esa épocas sostuvieron que las dos religiones no eran más que dos formas diferentes de expresar una misma verdad. Este tipo de sincretismo se conoce en japonés como ryobu-shintô.
Actualmente, se pueden distinguir las siguientes cuatro escuelas del shintoísmo:

Shintoísmo de la Casa Imperial (Koshitsu Shinto): Su principal característica son los rituales realizados por el Emperador, que es consagrado en la Constitución Japonesa como "símbolo del Estado y unidad del pueblo". El ritual más importante es el Niinamesai, consistente en una ofrenda a los dioses por los primeros frutos de la cosecha de granos de cada año. En el rito, el Emperador es asistido por Shoten (monjes) y Nai-Shoten (monjas).

Shintoísmo de templo (Jinja Shinto): Se le considera como la forma original de la religión y sus orígenes se remontan a la prehistoria. Es la mayor secta del shintoísmo, y hasta fines de la II Guerra Mundial, estuvo estrechamente unida al Koshitsu Shinto, rindiéndose culto al Emperador, que era adorado como un dios viviente. Existen más de 80.000 templos shintoístas en Japón, la mayoría de ellos son miembros de la Jinja Honcho, o Asociación de Templos Shintoístas.

Shintoísmo Sectario (Kyoha Shinto o Shuha Shinto): Consiste de 13 sectas particulares que fueron fundadas por sacerdotes individuales a partir del siglo XIX. Cada una de ellas tiene sus propias creencias y doctrinas, venerando su propia deidad principal. Algunas de las sectas caen prácticamente en el monoteísmo.

Shintoísmo folklórico (Minzoku Shinto): No debería ser considerado como una escuela shintoísta separada, ya que no posee formalmente un credo u organización central. Surge en la forma de prácticas y rituales rurales locales, así como rituales agrícolas que practican algunas familias. Con frecuencia, una comunidad rural selecciona a un laico todos los años para que se encargue de adorar la deidad local. Muchas poblaciones rurales suelen colocar pequeñas imágenes de alguna deidad a un costado de la carretera.

Estas cuatro escuelas del shintoísmo están estrechamente relacionadas, ya que la naturaleza misma de la religión es sumamente tolerante, incluso con otras religiones. Por esa razón, muchos creyentes también veneran las creencias, prácticas y objetos de culto de otras religiones.


El torii marca la entrada a un templo shintoísta.

El shintoísmo basa su religión en una serie de historias sobre los kami o dioses. Según la tradición shintoísta, una pareja divina, Izanagi e Izanami, crearon las islas japonesas. Sus hijos se convirtieron en deidades de los diferentes clanes de estas islas. Entre ellos sobresale Amaterasu Omikami, la Diosa del Sol, progenitora de la familia imperial y deidad principal de la religión. Los descendientes de ella unificaron el país.
Existe otra vieja leyenda que narra cómo Takemikazuchi no Kami, otra deidad shintoísta, ganó la tierra para los japoneses en una lucha contra un aborigen gracias al Sumo, método de lucha que hasta ahora tiene gran popularidad en los lugares en que se practica el shintoísmo.
A pesar de ser generalmente traducidos como dioses o deidades, los kami son muy diferentes al concepto divino de las religiones monoteístas. No existen conceptos de omnipresencia u omnipotencia en los kami, ni tampoco la separación de los dioses de la humanidad debido al pecado. Existen diversas conceptualizaciones de los kami, incluyendo los objetos y criaturas de la naturaleza; las fuerzas creadoras abstractas; los dioses guardianes de diferentes clanes y localidades; así como las personas excepcionales, incluyendo a todos los emperadores, excepto el actualmente regente.
En el contexto del Shinto, la naturaleza es sagrada y estar en contacto con ella equivale a estar cerca de los dioses. Por esa razón, muchos objetos naturales son adorados como espíritus sagrados. En especial resalta el sakaki o arbol siempreverde, que encontramos en la mitología, literatura y los rituales sagrados de Japón.
Conocido científicamente como Cleyera japonica, es un árbol de mediano tamaño perteneciente a la familia del té (Theaceae), que incluye también a la camelia. Crece en las regiones cálidas de China, Corea y Japón, alcanzando una altura de diez metros. En primavera, el sakaki produce unas flores blancas muy fragantes, que finalmente se convierten en frutos rojos. Su madera es usada para la construcción, así como manufactura de objetos de uso diario tales como cucharas, peines, etc.
El Kojiki (Registro de los Asuntos Antiguos) es uno de los textos valorados en el Shintoísmo y data del siglo VIII. Esta obra y otros escritos sobre el papel importante que jugo el sakaki en la creación según la mitología japonesa.
En términos generales, los kami son considerados como seres benignos que protegen y ayudan a los seres humanos.
La completa separación de la religión y la política en Japón se produjo al terminar la II Guerra Mundial. Tras la ocupación por las fuerzas estadounidenses, Mac Arthur obligó al Emperador a renunciar su divinidad. Los ocupantes norteamericanos también terminaon con el apoyo económico y otros privilegios a sus santuarios, donde la efigie del Emperador recibía un homenaje casi religioso. Desde entonces, esta forma ritual de culto a los antepasados y al Emperador ha languidecido notablemente.
A diferencia de la mayoría de las otras religiones de Asia, el shitoísmo no tiene un verdadero fundador, tampoco existen escrituras sagradas, ni conjunto de leyes religiosas. Lo único que existe es un clero muy ligeramente organizado.
Al carecer de una teología y no poseer un propio código moral, los shintoístas generalmente siguen los códigos éticos del confucianismo. Sus textos religiosos son vagos, y narran acerca de la "Gran Planicie Celestial" y la "Tierra Oscura", siendo esta última el sitio impuro de los muertos. A pesar que se proporcionan pocos detalles acerca de la otra vida, existe una fuerte reverencia hacia los antepasados, siendo posiblemente una influencia confucianista.
Durante la II Guerra Mundial, el deseo por la paz fue suprimido de la práctica shintoísta; siendo restaurado al terminar ese conflicto. Esto demuestra que la moral shintoísta está basada en el beneficio colectivo. El shintoísmo hace hincapié en la práctica correcta, la sensibilidad y la actitud.
No sólo la naturaleza es sagrada, sino también la vida humana. Toda la humanidad es considerada como "hijos de los kami". Por ende, se respeta el musuhi o fuerza creadora y armonizadora de los kami, y se aspira a mantener el makoto o corazón verdadero (sinceridad).
En la actualidad, practican la religión alrededor de unos 67 millones de fieles –la mayor parte en Japón– con una presencia considerable en América Latina (110.000 creyentes) y Norteamérica (90.000 fieles).
Se estima que alrededor del 84% de la población japonesa practica actualmente ambos, shintoísmo y budismo. Ambas religiones comparten un optimismo básico acerca de la naturaleza humana y el mundo. En el Japón moderno, la mayoría de las ceremonias matrimoniales son presididas por monjes shintoístas, mientras que los funerales lo realizan los monjes budistas.

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miércoles, mayo 18, 2005

 

Kuan Kung: El Guerrero Inmortal

En el panteón taoísta encontramos una deidad que integra en su esencia a los atributos de Ares o Marte, dios de la Guerra; y Hermes o Mercurio, dios del Comercio en la mitología greco-romana. Este singular dios es Kuan Kung, que es ampliamente venerado en las comunidades de origen chino y se le considera uno de los más poderosos. También se le conoce como el General Kuan, Kuan Ti, Kuan Yu, o Wu Ti.

Pero, nuestro personaje es real y fue en vida un gran guerrero. Su historia se encuentra narrada como registro épico singular en una de las obras clásicas de la literatura china: El Romance de los Tres Reinos. Kuan Kung, cuyo nombre real era Kuan Yu, nació en 162 en lo que es actualmente la provincia de Shansi, China continental. Murió en el año 220, a la edad de 58 años, decapitado por no querer unirse a las tropas del enemigo que lo había capturado.

De niño, fue criado y educado por su madre, quien le inculcó el verdadero sentido de la justicia. Cuando era joven, salió en defensa de unos campesinos humildes que eran explotados por un noble corrupto y poderoso. Kuan Kung mató al malvado funcionario y tuvo que huir de su pueblo natal. Se dedicó a diversos empleos temporales para poder subsistir.

Cierto día, se encontró con dos jóvenes que estaban desterrados como él. Ellos eran Liu Pei y Chang Fei. Reunidos una tarde en un huerto de melocotones, los tres jóvenes sellaron un pacto de hermandad eterna, jurando que sólo la muerte los separaría.


Estatua de Kuan Kung de pie, con mirada
penetrante y sosteniendo su alabarda.


En las postrimerías de la dinastía Han, se produjo una rebelión encabezada por un grupo conocido como los "pañuelos amarillos". Los tres hermanos de pacto acudieron al llamado del monarca para suprimir la revuelta y defender el reino. Ellos organizaron una compañía de 300 hombres que se destacó en la lucha contra los rebeldes, causando finalmente su derrota.

Posteriormente, ellos sirvieron bajo varios señores y patrones, ganando una fama cada vez mayor. Sus lazos de lealtad y hermandad fueron puestos a prueba finalmente cuando se rebelaron en contra de Tsao Tsao, un ambicioso general que tenía planes siniestros para usurpar el trono de los Han.

Liu Pei tenía nexos con la familia real, por lo que Kuan Kung y Chang Fei se integraron en las filas del Emperador de los Han para luchar en contra de Tsao Tsao.

El general rebelde había escuchado acerca de la capacidad marcial de Kuan Kung y diseñó una estratagema para capturarlo. Tsao Tsao estaba interesado en contratar a Kuan como general de sus tropas para luchar en contra del monarca.

Al tenerlo como prisionero, Tsao Tsao prometió a Kuan Kung que no sería ejecutado si se unía a su bando. Kuan Kung declaró que no se rendiría y prefería la muerte a la traición. Tras muchos ofrecimientos, el gran guerrero dijo que aceptaría las condiciones de su captor si se le asegurase que Liu Pei seguía vivo y le permitiera ir a verlo.

Tsao Tsao aceptó y trató de usar todos los medios posibles para comprometer la virtud de Kuan Kung. Le ofreció la esposa y concubinas de Liu Pei, que había logrado capturar; pero Kuan Kung rehusó aceptar la oferta. Posteriormente, le puso al frente sedas finas, oro, bellas mujeres y grandes extensiones de terreno; sin lograr impresionar o comprometer a nuestro héroe.

Al conocer que Liu Pei seguía vivo, Kuan Kung rescata su caballo y salva la familia de Liu Pei, luchando valientemente hasta reunirse con su hermano de pacto. Este nivel de lealtad e integridad ha hecho que Kuan Kung sobresalga entre los otros guerreros. Por esa razón, ha sido considerado desde entonces como "Dios de la Guerra".

Hasta el día de hoy, es común ver cuadros de los tres hermanos de pacto, con Kuan Kung sentado en el medio, en muchos hogares chinos. También se suele colocar este cuadro en la entrada de muchas escuelas de artes marciales chinas.

En el pintoresco pueblo de Yuncheng, en la provincia de Shansi, China continental, se encuentra el famoso Templo de Kuan Ti (Guandi), que fue construido durante la dinastía Sung (960-1279). En un altar oscurecido por el humo de incienso acumulado a través de los siglos se encuentra una de las estatuas más antiguas de la deidad. Allí también se encuentra una antigua armería donde según la tradición oral están depositadas las armas legendarias que usó Kuan Kung en su vida mortal.

Este templo fue asediado por los guardias rojos en 1966, en pleno apogeo de la Revolución Cultural, pero sus encargados se encerraron dentro de sus altos muros y gruesos portones. Los comunistas impusieron un sitio de tres meses, pero no pudieron lograr que sus defensores se entregaran. Finalmente, desistieron de la idea y se fueron a otros sitios para seguir con su acción vandálica.

Actualmente, es el templo antiguo mejor conservado en toda la provincia. Su supervivencia se debe a la solidaridad del pueblo en Yuncheng, cuyos miembros hicieron turnos para arrojar bolsas de comida a través de los altos muros a los defensores durante las noches. Pero, los campesinos del lugar atribuyen el hecho a un milagro del dios protector de su pueblo.

En Taiwan, existen muchos templos dedicados a Kuan Kung, especialmente en las ciudades y pueblos donde la mayoría de sus residentes son hakkas. La mayor parte de los hakkas veneran a esa deidad, por ser símbolo de la lealtad, una virtud que distingue a este grupo de chinos.

En el norte de Taiwan, el más conocido de los templos dedicados a Kuan Kung es el Templo Hsing Tien, ubicado en uno de los sectores más concurridos de la ciudad de Taipei.


El Templo Hsing Tien, ubicado en pleno centro de la
Ciudad de Taipei, está dedicado a Kuan Kung y es sitio
predilecto donde acuden los devotos de la deidad.


El templo, con una majestuosa arquitectura y porte imponente, es famoso durante las festividades del Año Nuevo lunar, cuando se cierran sus puertas en la víspera del Día de Año Nuevo, volviendo a abrirlas al sonar las doce de la medianoche de ese día. La gente se aglomera en la entrada con incienso encendido en sus manos. La tradición prescribe que los primeros en colocar el incienso en el templo tendrán buena suerte durante todo el año.

Kuan Kung es la deidad principal que se venera en el Templo Hsing Tien, y su imagen se encuentra en el altar central, acompañada por otras deidades taoístas y por su hijo, que también ha sido deificado.

Yuli es un tranquilo pueblo situado en la parte sur del distrito de Hualien, en la costa oriental de Taiwan. La mayoría de sus 30 mil habitantes son aborígenes de las tribus Amis y Bunun. El principal templo del poblado es el Templo Xie Tien, construido en el primer año del emperador Kuang-hsu de la dinastía Ching (1875). El templo está dedicado al Kuan Kung.

Existe una interesante historia acerca de los orígenes de este singular templo. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el general Wu Kuang-liang fue comisionado por la Corte para que dirigiera a sus soldados en la construcción de un paso a través de la Cordillera Central para llegar a la costa occidental de la isla. El sendero fue conocido posteriormente como Chung Lu o Paso Central, sirviendo durante mucho tiempo como única vía de contacto transversal este-oeste en Taiwan.

Sin embargo, sus soldados y los civiles que había contratado para la obra comenzaron a enfermarse debido a la humedad, las condiciones climáticas y la presencia de todo tipo de alimañas en el lugar. Además, derrumbes y otros accidentes ocurrían con frecuencia.

Finalmente, Wu ordenó la construcción de un templo dedicado a Kuan Kung y lo denominó Templo Xie Tien, que significa agradecimiento al cielo. Tras de orar a la deidad y pedir su bendición, el sendero fue terminado sin mayores contratiempos.

En el natalicio de la deidad, acuden gran cantidad de peregrinos y se realizan rituales tales como la "nominación del anfitrión", que va acompañada con actuaciones de títeres de mano y ópera taiwanesa.

El Templo Xie Tien no posee la imponente grandeza y esplendor del Templo Hsing Tien de la ciudad de Taipei, no obstante, su presencia en un poblado esencialmente aborigen refleja la popularidad de esta deidad taoísta en Taiwan.

Kuan Kung es símbolo de integridad, rectitud y honestidad. Es el patrono de los militares, policías, empresarios, políticos y de quienes practican las artes marciales. En muchos hogares y negocios en Taiwan se suele encontrar una estatua de la deidad, que invita a poderosas energías para que protejan la casa. Su presencia simboliza la paz y la armonía en el hogar. Además, aporta protección a los mayores y prosperidad a todos los miembros de la casa.

La imagen debe ser colocada preferentemente en el Noroeste de la casa u oficina, y mirar hacia la puerta principal. De esta forma, nos previene de la entrada de las fuerzas del mal. En las oficinas, también se suele colocar detrás del escritorio del dueño de una empresa, para implorar por la protección de seres poderosos. Es indispensable para las personas con cargos de responsabilidad o que aspiran a ascender en su trabajo.

Existen dos versiones de la imagen de Kuan Kung, una sentada y otra de pie sosteniendo una alabarda. Su característica sobresaliente es la cara roja que tiene la deidad. La imagen sentada muestra al guerrero-dios descansando y leyendo un libro. Generalmente se usa para el culto doméstico, debido a que denota tranquilidad y armonía.

La versión parada es un Kuan Kung blandiendo una alabarda, mientras acaricia su larga barba o apunta con sus dedos en gesto de amonestación. Esta imagen la usan los uniformados o comerciantes, ya que denota bravura y determinación.

Su veneración ha trascendido las fronteras de China y actualmente existen templos en su honor prácticamente en todos los países del mundo donde residen personas de origen chino.

En Latinoamérica, tales templos son generalmente conocidos como el "templo chino", y muchas veces son simplemente altares construidos dentro de la sede de las asociaciones de la colonia china en esos países. En estos templos, por lo general, se veneran a Kuan Kung y a Kuan-ying, la diosa de la misericordia. Esta última es una deidad budista, pero que dentro del actual sincretismo religioso en Taiwan, se ha convertido junto con otros dioses taoístas, en una de las deidades favoritas del pueblo.

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